La cerveza de los Dioses: Egipto y Mesopotamia
El origen de la elaboración de cerveza se remonta a las primeras civilizaciones que florecieron junto a los grandes ríos del mundo antiguo —el Tigris, el Éufrates y el Nilo—. Para ellos la cerveza no era solo una bebida: era un símbolo de vida, de protección divina, e incluso una moneda de cambio. Era, en muchos sentidos, un regalo de los dioses.
La cerveza milenaria de los sumerios
La cerveza fue creada en Mesopotamia cuando los sumerios aprendieron a fermentar cereales silvestres. Cientos de de tablillas sumerias de arcilla, vasos, vasijas y objetos han servido de testimonio para reconstruir las antiguas técnicas de elaboración de cerveza, que datan de hace más de 5.000 años.
Estos registros muestran que los sumerios fermentaban granos, como la cebada, en agua, utilizando panes especiales llamados bappir, y que la cerveza era considerada un alimento básico, consumida tanto por la población común como en ceremonias religiosas.
A destacar una tablilla del 1800 a.C. que contiene un himno dedicado a Ninkasi, la diosa de la cerveza, que podría describir una receta para fabricar cerveza a partir de cebada de pan, aunque su interpretación difiere dependiendo de la fuente.
Para los sumerios, beber cerveza era participar en un legado divino. La bebida tenía un valor tan alto que se ofrecía a los dioses en los templos y formaba parte de las raciones diarias de trabajadores, sacerdotes y reyes.
La cerveza de la época era bastante espesa, sin filtrar, y tenía muchos restos sólidos de malta. Para beberla sin tragarse los sedimentos, se usaban pajitas de caña para beber directamente desde grandes vasijas compartidas.
La cerveza también era una alternativa más segura al agua, ya que los ríos y canales cercanos se contaminaban a menudo con desechos animales.
Como el alcohol es un conservante químico, el proceso de fermentación eliminaba los microorganismos nocivos y conservaba los nutrientes ausentes en otras bebidas. Así pues, no es de extrañar que, además de su uso en ceremonias y rituales religiosos, la cerveza se asociara con los dioses.
Heqet, la cerveza que construyó pirámides
Los egipcios heredaron los métodos de elaboración de los sumerios, y los mejoraron para fabricar una cerveza más suave y dorada. Esta versión de la cerveza es considerada la primera cerveza del mundo, ya que es más parecida a la bebida que conocemos hoy en día.
Las mujeres egipcias fueron las primeras cerveceras de la historia, ya que eran las encargadas tanto de fabricar cerveza como de hacer pan.
La cerveza, o heqet, era un alimento fundamental en la dieta diaria de los egipcios. Se consumía a todas horas y en todos los estratos sociales, desde los faraones hasta obreros que construían las pirámides, a los que pagaban con pan y cerveza para que pudiesen soportar las jornadas agotadoras bajo el sol del desierto.
La cerveza también tenía un papel destacado en los rituales religiosos. Se ofrecía a los dioses como ofrenda y se incluía en los banquetes funerarios.
La cerveza en la mitología egipcia
El propio dios Osiris otorgó a la humanidad el don de la cultura, le enseñó el arte de la agricultura y le instruyó en el oficio de elaborar cerveza.
Cuenta la historia conocida como La Destrucción de la Humanidad que la diosa Hathor, enloquecida de furia, decidió exterminar a la humanidad. ¿La solución divina para evitar la masacre? Embriagarla.
El dios Ra mandó preparar siete mil jarras de cerveza teñida de rojo. Hathor, creyendo que era sangre, se lo bebió todo, se quedó dormida y olvidó su sed de venganza. Así que según los egipcios, la cerveza literalmente salvó al mundo.
Resucitando recetas milenarias
Con el tiempo, gracias a las tablillas sumerias, los frescos egipcios y otros registros arqueológicos, los investigdores modernos han conseguido reconstruir algunas de las recetas más antiguas de cerveza. Aunque los ingredientes eran rudimentarios el proceso no es tan distinto del que usamos hoy en día.
De hecho, algunas cervecerías actuales han intentado recrear estas recetas ancestrales. La más conocida quizá sea Dogfish Head, en EE. UU., que lanzó al mercado en 2010 Ta Henket.

Para fermentar esta cerveza antigua y terrosa, viajaron a El Cairo, colocaron placas de Petri con cebos y capturaron una cepa de levadura saccharomyces egipcia autóctona. Entre los ingredientes que usaron había una antigua cepa de trigo, hogazas de pan horneado, manzanilla, palmera doum y hierbas de Oriente Medio.
A destacar también el trabajo de Patrick McGovern, conocido como el «arqueólogo de la cerveza», quien ha analizado residuos en vasijas antiguas para determinar fórmulas exactas de bebidas fermentadas prehistóricas.
Mirar al pasado nos recuerda que la cerveza no nació en un bar, ni en una fábrica. Nació como parte de la vida misma, como alimento, como medicina, como ofrenda, como consuelo y como celebración.
- Cómo leer etiquetas de cerveza de forma experta - 27/06/2025
- La nueva era de la sidra: el auge de las sidras artesanales - 19/06/2025
- Cerveza con sal ¿el próximo boom cervecero? - 29/05/2025