Licores

Whisky Nikka, maestría japonesa

Los whiskys japoneses gozan de gran prestigio. Aunque poseen algo del carácter del whisky escocés en el que se inspiran, disfrutan de una marcada personalidad propia, gracias a una cuidada elaboración y a su gran atención al detalle. Nikka, Suntori o Yamazaki son algunas de las marcas más celebradas. En los últimos años su demanda ha aumentado exponencialmente, lo que ha causado que algunos destiladores lanzen versiones sin añada de sus whiskies más emblemáticos para ponerse al día con el mercado.

Whisky extraordinario

La calidad de estas bebidas es indiscutible, y eso se debe a varios factores: en primer lugar, el carácter japonés, que persigue la perfección y se enorgullece de su dedicación al trabajo. Otro factor a considerar es el microclima del que disfrutan muchas destilerías , con veranos más cálidos que los escoceses, lo que imprime a sus whiskies de un perfil propio. Finalmente, el agua empleada siempre suele ser extremadamente pura y muchas veces procede de la nieve derretida del monte Fuji.

Whisky Nikka Taketsuru Non Age

Nikka Taketsuru Pure Malt es un whisky japonés que combina dos whiskys de malta de Nikka en una mezcla tradicional e innovadora a la vez. La gran personalidad de la destilería Yoichi y la delicadeza y la elegancia de Miyagikyo se unen en una combinación magistral capaz de satisfacer a los paladares más exigentes. El resultado es un whisky muy equilibrado, de sabor suave a malta con notas frutales. Este whisky sin añada fue creado en el 2014  como un homenaje a Masataka Taketsuru, fundador de la empresa Nikka y considerado el padre de los whiskys japoneses.

El primer whisky japonés de la historia

Taketsuru nació en el 1894 en el seno de una familia de destiladores de sake. Empezó a trabajar para la empresa Settsu Suzo Company, que lo contrató para ayudar a crear el primer whisky japonés. Taketsuru viajó a Escocia el 1918 para aprender los secretos de la destilación del whisky. De esta forma, empezó a trabajar como aprendiz en Longmorn Distillery, Speyside, donde aprendió a elaborar whisky de malta. Más adelante, trabajaría en James Calder, Bo’ness elaborando whisky de grano con alambiques Coffey. Finalmente, trabajó en Hazelburn Distillery, Cambeltown, en la producción y mezcla de whisky de malta. En el 1920 volvió a Japón y desgraciadamente Settsu Suzo Company ya había descartado la idea de crear un whisky japonés. En el 1923 empezó a trabajar para Kotobukiya, donde se encargó de la dirección de la construcción de la destilería Yamazaki, la primera destilería de whisky de Japón.

Destilería Yoichi

En el 1936, Taketsuru decidió hacer realidad su sueño: crear su propia destilería. Así nace la Destilería Yochi. Taketsuru decidió construirla en Hokkaido, en un paraje cercano al mar, rodeado de montañas que poseía una gran similitud con los Highlands escoceses. Yoichi empezó la distribución en 1936 y en 1940 lanzó el primer whisky Nikka. En el 1969 empezó a funcionar Miyagikyo, la segunda destilería de Nikka, con el objetivo de ampliar la gama de whiskies y ofrecer más variedad y mezclas. Esta segunda destilería se sitúa en un bello valle rodeado de montañas donde se cruzan dos ríos. La pureza del agua del río impresionó tanto a Taketsuru que inmediatamente decidió construir la destilería aquí.   

En la actualidad, el whisky Nikka es muy apreciado en todo el mundo y sus diferentes variedades han cosechado multitud de galardones. Nikka se sigue elaborando siguiendo métodos tradicionales. En la destilería Yoichi, los alambiques aún son calentados mediante fuego de carbón. Hace mucho tiempo que escoceses dejaron de usar este método de elaboración, ya que es difícil de controlar. Esto imprime al whisky Nikka de un carácter especial y complejo, muy apreciado por todos los amantes del whisky de calidad.  

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